Contando a mis ex: perezosa y apenas graciosa

Ally Darling (Anna Faris) es una mujer en busca del amor, una chica que intenta cita tras cita aparentar perfección y ser dócil con los chicos con quienes sale; su objetivo es encontrar la pareja ideal, aquella que la acompañe a la boda de su hermana Daisy y quien también permanezca con ella para toda la vida. ¿Difícil, no?

Contando a mis ex
Contando a mis ex (2011)


Contando a mis ex (2011), dirigida por Mark Mylod, es una comedia romántica, más exactamente cursi y con el argumento simple de los cuentos de hadas y telenovelas: encontrar el amor verdadero. Afortunadamente, este largometraje carece de brujas y la búsqueda del hombre ideal sólo dura unos 10 minutos, el resto de tiempo la película se preocupa por hacernos medio reír, medio reflexionar y medio enamorar.
La cinta retoma la trama del libro 20 Times a Lady, de Karyn Bosnak, el cual cuestiona cuántos hombres se consideran muchos en la vida sexual de una mujer. Ally, quien además es rubia y un poco distraída, ha dormido con 19 hombres, y después de ser señalada como “una zorra” decide no estar con ningún otro chico hasta encontrar a su apropiado y final número 20. Así, emprende una investigación sobre sus ex novios para forzar encuentros, crear ilusiones y experimentar decepciones.
Contando a mis ex es perezosa al discutir la sexualidad femenina, son escasos los momentos en los que debate la importancia o irrelevancia del hilo conductor de la película: el número de parejas sexuales de una mujer antes de contraer matrimonio. El trabajo se lo deja al apuesto Chris Evans, cuyo personaje Colin Shea aporta las ideas frescas, la juventud rebelde y la apertura suficiente para ayudar a Ally a romper tabúes y estereotipos.
Aunque es una comedia, la cinta es apenas graciosa con situaciones hilarantes sucediendo atropelladamente, pues utiliza recursos ya muy vistos como los discursos vergonzosos recitados por familiares ebrios en las fiestas y las situaciones embarazosas que ocurren durante las citas. El enamoramiento de los protagonistas acontece a partir de la convivencia, del conocimiento natural de las virtudes y los defectos del otro, de un Colin sensible, dulce y tierno que aparentemente todas las mujeres quieren. Ninguna propuesta, ninguna emoción ajena a la zona de confort, ningún elemento que la saque del montón.
El final predecible del filme reflexiona superficialmente acerca del valor de la mujer y el respeto a una libertad sexual sin etiquetas. Sin embargo, la película ocupa demasiado tiempo tratando de ser una comedia y desaprovecha el tema, e incluso se contradice al burlarse de la inseguridad y falta de autoestima de su protagonista Ally.


Contando a mis ex no profundiza ni defiende su postura, y por ello se convierte en otra película conformista de la misma historia y los mismos clichés. Lamentablemente, nada nuevo por descubrir ni recordar.

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